Se puede vivir una vida en un solo segundo, lo he experimentado.
El tiempo no pasa igual para todos, fluye dentro del alma de una forma extrañamante particular, sorprendentemente única.
A veces se require una gran cantidad del mismo para algo pequeño o muy poco para grandes hazañas.
A veces tenemos el privilegio de disponer de más del que debemos pero otras nos es negado irremediablemente o tan solo, se escapa.
Cada cual troca con el lo que posee, lo que oportuna correcto o lo que cree que le sobra pero en cualquier caso no es sin cargo y tampoco le sirve cualquier tesoro, es exigente, exaustivo, expectante y entregado. No
tiene prisa aunque pasa raudo y nunca se detiene.
Aunque ni lo vislumbres, todo se le debe y se cerciora de que lo amortices ya sea a la luz del alba o al frío de la piedra pues en definitiva ¿Quién tiene todo el del mundo?
Goomer en la Feria del Libro de Cádiz 2022
Hace 2 años